Neurodiversidad y Estrategias Prácticas para la Inclusión de Estudiantes con TEA

Objetivo General

Fortalecer las competencias pedagógicas, comunicativas y actitudinales de docentes, asistentes de la educación, profesionales PIE y equipos directivos para la inclusión efectiva de estudiantes con Trastorno del Espectro Autista (TEA), mediante la comprensión profunda de la neurodiversidad, el diseño de entornos educativos accesibles, la implementación de estrategias de comunicación y enseñanza estructurada, y la aplicación de metodologías de apoyo conductual positivo, promoviendo una cultura escolar inclusiva, equitativa y respetuosa de los derechos de todos los estudiantes, en coherencia con la Ley N.º 21.545, el Decreto Exento N.º 83 y la Circular N.º 586 de la Superintendencia de Educación..

Resultado de Aprendizaje

Al finalizar el curso, se espera que los participantes sean capaces de:

Analizar críticamente el concepto de neurodiversidad y su implicancia en el contexto escolar, reconociendo al TEA como una manifestación válida de la diversidad humana y comprendiendo sus características, variaciones y desafíos en el aprendizaje y la participación.

Identificar las barreras actitudinales, curriculares y contextuales que afectan a los estudiantes con TEA, proponiendo soluciones pedagógicas coherentes con los principios de inclusión, equidad y justicia educativa.

Aplicar estrategias de comunicación accesible y efectiva, incorporando el uso adecuado de Sistemas Aumentativos y Alternativos de Comunicación (SAAC), apoyos visuales, instrucciones adaptadas y mediación pedagógica para favorecer la expresión, comprensión y vinculación con el entorno escolar.

Diseñar experiencias de enseñanza diversificadas, utilizando los principios del Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA), la flexibilización curricular y metodologías estructuradas que aseguren el acceso, permanencia y progreso en el currículo por parte de los estudiantes con TEA.

Organizar entornos educativos inclusivos y emocionalmente seguros, implementando apoyos sensoriales, rutinas predecibles, espacios de regulación emocional y estrategias que favorezcan la autorregulación y el bienestar de los estudiantes.

Manejar conductas desafiantes desde un enfoque positivo, utilizando herramientas del Apoyo Conductual Positivo para anticipar, prevenir, intervenir y restaurar situaciones de desregulación conductual, favoreciendo respuestas pedagógicas comprensivas y respetuosas.

Evaluar la efectividad de las estrategias implementadas, mediante el uso de herramientas técnicas como rúbricas, listas de cotejo, pautas de observación y procesos de retroalimentación colaborativa, ajustando las intervenciones según la evolución y las necesidades de los estudiantes.